En el centro de Varsovia existe un edificio que según cuentan muchos, es el lugar más embrujado de la capital polaca. Se trata del primer piso de este edificio, el piso cuenta con varias historias diferentes. Una de ellas habla de un estudiante que se quitó la vida en el lugar, según cuentas muchos testimonios, el fantasma del joven estudiante deambula por las habitaciones de la vivienda siempre acompañado de un gran perro blanco. Además de las historias, los vecinos afirman escuchar gritos, gemidos, pasos y demás fenómenos extraños
Siempre he tenido un miedo terrible a quedar completamente sumergido en el agua. Mi padre me enseñó a nadar desde muy pequeño; dijo que casi me ahogue cuando aún era un niño.
Tenía miedo porque desde que tengo uso de razón, cada vez que estoy bajo el agua y miro hacia la superficie veo a una mujer acercándose a mí con una cálida sonrisa, con el pelo dorado brillante y ojos azules, incluso si estoy en una bañera. Siempre pasaba, era normal para mí, pero nunca me acostumbré.
Nunca le hable a mi padre sobre esto cuando era niño, pero le pregunté por mi madre. Nunca quiso hablar de ella. A veces incluso se enojaba conmigo por insistir demasiado en sacar el tema.
Sólo recientemente le describí esta aparición, obviamente sabía algo. Le pregunté, de nuevo, por mi madre. Pero solo me dijo que ella murió cuando yo era muy joven y que me quería mucho. También admitió que su cabello y ojos eran igual que los de la mujer que yo describía.
Así que investigué un poco por mi cuenta, busqué su nombre en mi certificado de nacimiento y traté de encontrar cualquier referencia que pudiera, cualquier clip de noticias sobre un niño que casi se ahoga, cualquier cosa. Lo que más quería era una foto, algo que pudiera comparar con mis visiones.
Hoy, encerrado en la biblioteca de nuestra ciudad, lo encontré: Marie Withie, de 28 años, murió ahogada ayer por la noche después de escalar una cerca de alambre de púas y huir a un embalse cercano. Su familia ha programado un funeral para el día 25. Marie fue institucionalizada hace apenas seis meses, después de ser declarada «no culpable» de intento de asesinato por motivos de locura. Su esposo, Daniel Withie, había actuado lo suficientemente rápido para salvar a su bebé cuando la encontraron tratando de ahogarlo en una bañera.
En este hotel de 1727 han sido vistos hasta ocho fantasmas, cuyas apariciones han sido bien descritas por los huéspedes con detalles inquietantes. El hotel cuenta con apenas 16 habitaciones y la número 6 es la que según los huéspedes es la mas concurrida por fantasmas, entre ellos suelen aparecer dos niños vestidos con ropa colonial y una mujer que según sus propietarios se llama Emily y sería la madre del dueño original de la posada.
No recuerdo mucho de mi infancia, creo que como la mayoría de la gente esos recuerdos son siempre vagos.
El primer recuerdo que tengo fue cuando tenía 5 años. No estoy seguro de si es real o no, pero creo que fue entonces cuando conocí a Michael. Nunca tuve amigos, así que me alegré cuando lo conocí. Tan inseguro que estoy si recuerdo nuestro primer encuentro, no hay duda del fuerte vínculo que formamos de inmediato.
Michael, siendo un niño un poco raro, tampoco tenía muchos amigos en la escuela. Fue intimidado, y lo más destacado de su día fue regresar a casa y compartir una taza de té conmigo, mientras me contaba sus aflicciones y aliviaba su carga. El té, a diferencia de mis palabras de consuelo, fue fingido.
Otra de sus actividades favoritas fue cortarme el pelo. Lo estilizaba de muchas maneras y disfruté de cada una de ellas. Afortunadamente para él, mi cabello creció inexplicablemente rápido y a menudo tenía la oportunidad de rediseñarlo.
Sin embargo, había una cosa que tensaba constantemente la relación. Eran sus padres. No creo que me aprobaran, no fue solo desaprobación; Empecé a pensar que me odiaban. Cuanto más duraba nuestra amistad, peor se volvía. Me duele incluso pensar en ello.
Tan rápido como nuestra relación había florecido inicialmente, comenzó a disminuir después de dos años. Michael se convirtió en un jugador de fútbol robusto y yo seguí siendo exactamente igual que antes; escuálido y completamente incapaz de competir atléticamente.
Hizo nuevos amigos y empezó a ignorarme. Esto me dolió mucho, especialmente porque estuve allí para él en su momento de necesidad. Su abandono fue lo último que esperaba y me golpeó duro. Sentí que no me quedaba nadie en el mundo.
Mientras me siento en la esquina de la habitación y escribo esto, puedo ver a Michael y sus amigos viendo la televisión. A veces parece que me nota y mira en mi dirección, pero yo ya comprendo. Ahora me he resignado a mi destino; Él me creó, pero se olvidó de destruirme.
Fue una escritora estadounidense especialmente conocida como poetisa. El 11 de febrero de 1963, se suicidó metiendo la cabeza en un horno de gas con tan sólo 30 años.
Un amigo de la escritora, Al Alvarez, dijo tras su muerte que Sylvia realizaba ritos oscuros para encontrar su inspiración y poder escribir, y que posiblemente esto fue la causa de su depresión y su suicidio.
Es un pequeño recuerdo. Un fragmento casi completamente escondido en tu nebuloso recuerdo de años pasados, de días extrañamente oníricos donde la imaginación corría salvaje y libre, desdibujando las líneas de la llamada «realidad» que ahora tienes como adulto, y tu inocencia y la juventud despreocupada te mantuvo en su mayor parte muy feliz.
A altas horas de la noche saliste del baño a trompicones y caminaste con los ojos nublados por la familiar oscuridad de tu habitación que todavía te asustaba con bastante frecuencia. Estaba demasiado cansado para tener miedo, así que no se apresuró a meterse entre las sábanas como solía hacerlo. Pasaste por la ventana un poco sucia con vistas a una calle tenuemente iluminada, y creíste ver a alguien con lo que quizás era un impermeable amarillo caminando por la calle.
Esto empezó a suceder con frecuencia. Te despertabas con ganas de mirar por la ventana y, a veces, lo veías.
De hecho, vestía una chaqueta amarilla, incluso en las noches más secas. Verías al hombre extraño caminando por la calle en la hora más muerta de la noche, e incluso en tu corta edad sabías que era extraño. Lo observabas durante unos segundos, y cada vez que se detenía y miraba a su alrededor, luego se volvía hacia tu casa, y rápidamente te escondías bajo las sábanas y no salías hasta la mañana. Sin embargo, al final mamá puso las persianas y dejaste de buscar al hombre extraño.
Pasaron los días, semanas, meses. Pasaron los años, rodando como una marea interminable e imparable. La escuela, los amigos, los pasatiempos, las chicas, todos empujaron el extraño conjunto de recuerdos de tu mente consciente.
Una noche, en tu último año de universidad, estabas estudiando hasta tarde en la biblioteca. Salió y comenzó a caminar hasta su casa unas calles más abajo.
En una calle tristemente iluminada, tienes la escalofriante sensación de que alguien te está mirando. Unas cuantas veces te diste la vuelta pero nadie había detrás de ti. Entonces sentiste que venía de más arriba y miraste una ventana ligeramente sucia en una casa extrañamente familiar. Pero nadie había allí.
Te encogiste de hombros y, cuando un fuerte trueno resonó en lo alto, te pusiste alegremente tu impermeable amarillo y seguiste por la calle silenciosa.
Se dice que The Banshee Labyrinth es el pub más embrujado de Edimburgo, de entre sus fantasmas más populares está el de Rosie, ella era una prostituta que trabajaba por la zona, ahora su pasatiempo es arañar a los clientes masculinos. También está el fantasma de Bill, se cuenta que Bill se sienta bajo de las mesas y agarra los tobillos de los clientes.
Así es que si eres amante de lo paranormal y viajas a Edimburgo, la visita a dicho pub no debe faltar.
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"Mesmo podendo enxergar as cores que me rodeia,sempre vou ver só essas seguintes cores PRETAS e BRANCAS ao longo no caminho . Por cada passo que dou o meu mundo vai ficando vazio e solitário. Por cada palavra que digo a ferida vai se abrindo no peito. E por cada gesto que dou fico mais longe da felicidade."
La Biblioteca del Miedo 